Los dos protagonistas son Natalio, un policía de Clase 5, y su electrocante, su androide acompañante. El título no es casual, pronto descubriremos un contrapunto narrativo de voces que abrirá muchas reflexiones, en nosotros, como también van surgiendo a lo largo de la historia para sus protagonistas. Natalio y su “tronco” tendrán que investigar un caso de suplantación de identidad en un futuro distópico, en una ciudad dividida en clases sociales y con una revolución más que inminente.
Los capítulos de Electrocante son cortos, las escenas se van sucediendo a buen ritmo y, como decía, Quercia ha sabido introducir elementos de reflexión para quienes leamos esta novela. Porque incluso en el futuro seguirá habiendo el bien y el mal, personas y máquinas, quienes ostenten el poder y quienes llegado el momento quieran revertir situaciones de abuso. Durante el recorrido en el que acompañaremos a Natalio y a su tronco, bien juntos o por separado, la realidad se impondrá en el trato humano, pero también en esa relación tan especial que puede surgir con una entidad artificial. La vida es el bien más preciado, aún desconocemos tantos misterios a su alrededor que merece la pena sondearlos incluso a través de las páginas de una novela tan evocadora y reflexiva como Electrocante.
Boris Quercia (Santiago de Chile, 1966) es actor, director, guionista y escritor. Interpretó a Roberto Parra (hermano de Violeta Parra) en uno de los mayores éxitos del teatro chileno: La negra Ester. Es director de Sexo con amor, una de las películas más vistas del cine chileno, y de Los 80, la serie más premiada de la televisión chilena. Hoy no quiero matar a nadie es su primera incursión literaria y marca el nacimiento de su personaje Santiago Quiñones. Con Perro muerto, su segunda novela, obtuvo el prestigioso Grand Prix de Littérature Policière el año 2016 en París, Francia. La serie la completa La sangre no es agua. Recientemente ha publicado dos libros de ciencia ficción, Electrocante y Neurón (editados en Francia como Les rêves qui nous restent y Les derniers maillons, respectivamente).
No me termina de traer esta vez, pero gracias por la reseña y por darme a conocer al autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mi labor no acaba aquí, decía Wilde en De profundis, así que seguro que con otro título coincidimos. Un saludo.
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