Entrevisto a Inma Chacón por segunda vez, aunque es cierto que ha
pasado mucho tiempo desde que Chacón respondiera a las preguntas en la rueda de
prensa en 2011 como finalista del Premio Planeta. Hay algo en común, pienso
entre aquella novela, entre sus personajes, y esta. También es cierto que
aunque ambas entrevistas fueron en el mismo hotel de Valencia en esta ocasión
me concede más tiempo y en exclusiva, eso se nota. Al final de esta entrevista
dejo el enlace de la anterior, para los más curiosos.
La hipocresía social, junto a los convencionalismos de la época o el
paisaje marcan sin duda el destino de los personajes, su carácter, sus
motivaciones en esta ‘Tierra sin hombres’.
Tiene mucha influencia el
paisaje, más que influencia, el paisaje refleja la psicología de los
personajes, lo que le pasa a los personajes se traduce en el paisaje y en el
clima; hay ahí una simbiosis de la naturaleza con la psicología de los
personajes o con el comportamiento y las actitudes de los personajes, lo que se
va a desarrollar en el interior es lo mismo que antes, también está sucediendo
en la naturaleza. Si el personaje está triste, llueve; si e personaje se
pierde, hay niebla; si el personaje está contento hay sol; hay un poco de
simbiosis entre todos ellos porque, al final, todos ellos son la naturaleza.
Elisa se siente la madre Tierra. El mar es un personaje de la novela muy duro,
porque es el que se traga a los hombres y a veces los devuelve, o los devuelve
hechos añicos.
Es casi un padre severo, quizá el más severo de todos.
Más que un padre el mar es un
muro, es la incomunicación, es lo que les separa de sus hombres, bien porque
son pescadores, como el padre de Rosalía, que se lo devuelve el mar, pero se lo
devuelve muerto; o los que se lleva el mar y ya no aparecen nunca. O los que
vienen al cabo de los años generalmente con los sueños rotos, porque los menos
son los que venían triunfadores.
En esa Galicia de principios del siglo XX, tan hostil como dramática,
transcurre ‘Tierra sin hombres’ que, como revela el título, es una historia de hombres ausentes, pero
también de mujeres tenaces.
En Galicia se dan unas circunstancias
tremendas desde mediados del siglo XIX porque allí había una plaga que había
asolado las tierras, que la había dejado sin la producción de castañas, de
trigo, de patatas…, se había quedado la tierra yerma. Eso es lo que le da esa
característica, o esa hostilidad de la que tú me hablas. Los hombres se tienen
que ir a buscar la vida, en principio, a otras provincias españolas; ya no se
puede trabajar la tierra y se tienen que ir, emigran dentro de España, pero
poco a poco empiezan a emigrar fuera de España. Es una diáspora que se mantiene
hasta hoy. La emigración a América era más propia de principios del siglo XX
porque aún existía la reminiscencia de las colonias. Yo hablo de Galicia, pero en muchas regiones española se sufrió la ausencia de los hombres porque tienen que ir a buscarse la vida a otros lugares, y no solamente en España, también en Irlanda, en Italia, en Gracias, cuántos países han visto como se iban los hombres y muchos de ellos no volvían. Esa es la soledad de la que yo hablo. Rosalía de Castro las llamó viudas de vivos. Yo creo que no hay nada que refleje mejor esa condición, una mujer que no está viuda, pero que guarda el luto por el marido; que no está viuda, pero tampoco tiene una vida de casada, y tampoco tiene los derechos que podría tener una mujer viuda. Si los maridos no tenían la precaución de dejarles un poder antes de irse para que ellas tuviesen capacidad legal estaban vendidas, esa es también, un poco, esa hostilidad de la que tú me hablabas.
Es una novela en la que las
mujeres, el único recurso que tienen es su propia fuerza, es algo que no
menciono en la novela porque me parece evidente. Son mujeres muy fuertes. O que
se tienen que hacer fuertes.
Hay algo de tragedia griega, de visceralidad, de sentimientos puestos
en juego dentro de la familia, algo tan eterno que ha movido el mundo, no sé si
está de acuerdo conmigo, desde el origen del hombre, del orden social.
Sí. La familia, la familia es un
micromundo que representa a todo el universo, lo que se da en una familia se
puede dar en un país, en todo el mundo, esas rencillas internas, esos recelos,
también los sueños en común, los sueños rotos, los anhelos, el deseo de
mejorar, la atracción de la tierra hacia abajo, quizá ese empeño de la fuerza
de la gravedad de atraerlo todo y de no dejar que las cosas se separen del
suelo; y, sin embargo, ellas son capaces de saltar y de levantarse, de volar.
El ser humano ha sido capaz de hacer eso, ha sido capaz de levantarse, de dar
un salto, de volar. Eso es lo que sucede dentro de la casa, y lo que sucede
dentro de la casa, aunque se quiere mantener dentro de las cuatro paredes, al
final sale fuera, al final se ve desde fuera; esas voces que salen fuera de la
casa por mucho que tú no quieras, esa sensación de que lo que le sucede a uno
les afecta a todos.
Inma Chacón (Zafra, Badajoz,
1954) es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense de Madrid y profesora de Documentación en la Universidad Rey Juan
Carlos. Fundó y dirigió la revista digital Binaria: Revista de Comunicación,
Cultura y Tecnología. ‘La princesa india’ fue su primera incursión en el mundo
de la narrativa, a la que siguieron ‘Las filipinianas’ y ‘Nick’, una novela
juvenil. También ha publicado los poemarios ‘Alas’, ‘Urdimbres’, ‘Antología de
la herida’ y ‘Arcanos’. En 2011 fue finalista del Premio Planeta con ‘Tiempo de
arena’, y en 2013 publicó ‘Mientras pueda pensarte’, una novela emotiva y
sobrecogedora. Este 2016, por encargo de la Biblioteca Nacional, para
conmemorar el cuarto centenario de Cervantes, escribió ‘Las Cervantas’ junto a
José Ramón Fernández, representada en los Festivales de Teatro Clásico de
Alcalá de Henares, Cáceres y Almagro, entre otros. Su última novela es ‘Tierra sin hombres’ (Planeta, 2016).
Una gran entrevista. Me ha gustado muchísimo poder leerla y seguir conociendo más a esta gran autora. De diez su última novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias Margari. Creo que coincidimos muchos en lo que comentas, en todo lo que ha sabido transmitir Chacón en esta novela. Un saludo.
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