Entrevisto a María Villamayor, una escritora valenciana autora de una
novela que se desarrolla en la ciudad de Valencia a un ritmo trepidante. Los
lectores los saben, de hecho, reseñé la novela en La Gonzo Magazine en 2011 y recibió
comentarios muy favorables. Con la segunda edición María y yo coincidimos en la
Feria del Libro de Valencia de este año, otra razón más para entrevistarla,
aquí os dejo la entrevista a la espera de vuestros comentarios.
¿En qué género
podríamos decir que se mueve esta novela: intriga, aventuras, terror…?
Son varios los géneros que envuelven
Las doces llaves, aunque principalmente son la intriga y la aventura, no
faltando el misterio, ni tampoco el amor.
Una novela con cuerpo, no en vano son 895 páginas ¿cuánto tiempo te llevó
escribirla incluyendo las ideas previas y la reescritura?
Un total de tres años. Recabar toda
la información que necesitaba sobre parte de la historia de Valencia y enlazar
los enigmas que se desarrollan en la búsqueda de cada llave, ha sido lo más
laborioso. El resto de la trama fluyó de una manera espontánea.
No es tu primera novela, anteriormente publicaste El embrujo de Alhambra
en 2006 ¿qué evolución como escritora y como lectora destacarías de esta a Las
doce llaves?
Como bien dices El embrujo de
Alhambra fue mi primera novela y como persona autodidacta que soy fue una
manera de romper la mano como se diría vulgarmente. En el intervalo de una
novela a otra, he madurado, he leído y he escrito, aunque menos de lo que me
hubiera gustado. Soy consciente de que todavía me queda mucho camino por
recorrer, pero no me asusta.
Segunda edición es sinónimo sin duda de que la novela ha recalado entre
el público ¿a qué crees que se ha debido el éxito de Las doce llaves?
Principalmente a la enrevesada trama que
la envuelve, donde además de la intriga, el misterio y la aventura, figura una
investigación policial y algún romance. Todos estos ingredientes hacen que el
lector sienta esa inexplicable necesidad de cuando termina un capitulo tener
que continuar.
Y aún así, uno de los grandes hándicaps de los escritores modestos es la
visibilidad, ¿cómo ha sido la parte de promoción? Un escritor debe ser igual de
persistente mientras la construye que después, cuando sale a la venta.
Se ha promocionado en varios
programas de radio, en prensa como El Mundo y Levante y en las redes
sociales. Hoy en día la publicidad es
una baza importante para darse a conocer a los lectores, pero a pesar de ello,
el escritor ha de ser perseverante no solo para terminar su obra sino también
para motivar al lector a que la lea.
Para quienes no conozcan a Sara Ferrer, psicóloga y profesora de yoga,
cuales son los tres adjetivos que mejor la definirían.
Luchadora, inteligente y tenaz…
Entre intriga e intriga aparece una institución centenaria no solo en
Valencia, en Europa, el Tribunal de las Aguas ¿háblanos del siempre arduo
trabajo de documentación, y en especial sobre este Tribunal valenciano?
El trabajo de investigación me ha
supuesto un verdadero sacrificio debido a mi reducido tiempo libre. Las horas
que he dedicado restándoselas al sueño, son incalculables, pero a pesar de todo
ello, lo volvería a hacer de nuevo. El Tribunal de las Aguas, como referente
valenciano y dado que la novela está ambientada en Valencia, encajaba como
anillo al dedo. Sus síndicos juegan un papel importante en esta trama que por
supuesto no voy a desvelar.
Valencia es un personaje más, uno muy importante ¿escribir sobre una
ciudad que uno conoce es una forma de rendirle homenaje o un recurso próximo a
la hora de los escenarios?
Un poco las dos cosas. Valencia es
una ciudad preciosa que brilla con luz propia, aunque este no sea su mejor
momento, además, es la ciudad donde nací y por la que me muevo diariamente. Me
pareció un escenario perfecto y al mismo tiempo me permitía visitar,
fotografiar y documentarme sobre los lugares elegidos para la trama.
¿Podemos saber algo más de la siguiente novela de María Villamayor? ¿Será
también una novela con trasfondo histórico?
Mi tercera novela nada tiene que ver
con las dos anteriores y, por supuesto, no tiene un trasfondo histórico. Quizás te parezca una
contradicción, al no tener nada de fantasía, ya que va a ser real como la vida
misma… Aunque tengo en mente hacer una segunda parte de Las doce llaves y
espero que sea la siguiente.
Muchas gracias y mucha suerte, María.
Por Ginés J. Vera.
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