Primera entrevista del año, la que me
concedió Miguel Griot acerca de su novela ‘Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y
coraje’ (Oxford University Press).
He de decir que esta novela llego a mí
gracias al blog de Margari Estévez ‘Mis lecturas y más cositas’, desde aquí quiero
mandarle un saludo y otro también muy especial a Amelia Jiménez.
¿Por qué
elegiste a Iqbal Masih para escribir precisamente tu primera novela?
Fue un personaje que conocí
tangencialmente cuando trabajaba en elmundo.es.
Ya entonces me resultó fascinante y me entristeció que su historia hubiera
caído en el olvido. Así que resultó muy natural rescatar su vida para mi
primera novela.
En ella
asistimos a un relato cronológico de la vida de Iqbal, comenzando con su
nacimiento y conformado a través de los testimonios de personas que le
conocieron. ¿Cómo se te ocurrió este tipo de trama, con varias voces sucesivas,
para darnos a conocer la vida del gran protagonista de la novela?
Confieso que primero fue la
necesidad. Al existir previamente varios libros sobre él, debía hacer algo
diferente. Elegí esta fórmula porque me permitía no solo hablar sobre él,
también explicar cómo funciona el sistema de trabajo forzado en Pakistán y, por
último, presentar a Iqbal como un ejemplo de que hay que aprovechar las
oportunidades que da la vida.
La forma
de expresarse de estos, llamémosles personajes orales, es muy parecida a lo
largo de sus testimonios, salvo alguna excepción, ¿fue una decisión meditada,
querías que los lectores se centrasen más en la historia que en los narradores?
Bueno, más que en el lenguaje, mi
objetivo era la perspectiva de cada uno de ellos tanto respecto al trabajo
forzado como a su visión sobre Iqbal.
Creo que
el tema de fondo es el drama de la explotación y esclavitud infantil, quizá por
ello no todos los relatos son positivos o halagüeños, sí en su mayoría; es curiosa
la apreciación, por poner dos ejemplos, de la opinión de la mujer rica, la
esnob americana; o la del alumno y compañero de una escuela estadounidense a la
que acude Iqbal. ¿Las miradas relativizan la realidad?
La esclavitud infantil existía en
tiempos de Iqbal, existe ahora y prácticamente nos acompaña desde que el homo erectus se apoyó sobre dos patas,
porque la toleramos. Más que relativizar la realidad, nuestras visiones la
construyen. El cartógrafo no se puede separar del mapa.
Decía
antes que el tema de fondo es una de las lacras sociales que afectan, aún hoy,
sobre todo al tercer mundo, no en exclusiva, que quizá quieras agitar
conciencias. Me pregunto si el libro está orientado a un público juvenil, más o
menos sensible con esta realidad, o más bien a uno adulto con recursos y
posibilidad de tomar cartas en el asunto.
Muy buena pregunta. Tanto el formato
como el lenguaje son indudablemente de literatura juvenil, aunque hay muchos
adultos que la han disfrutado. Cierto, esos jóvenes no pueden tomar cartas en
el asunto… ahora. Pero les dará una visión más amplia de lo que ocurre en el
mundo que heredarán y están llamados a construir.
Que en la
portada se vea un niño de espaldas ¿no es un tanto metafórico aunque al revés,
en realidad no somos los que estamos a este lado quienes parece que le demos la
espalda a Iqbal y a muchos niños como Iqbal?
La portada es un gran logro de la
editorial, y lo cierto es que fue todo idea suya. Sí, comparto plenamente tu
visión.
Por
último, me gustaría saber acerca del proceso de documentación que has llevado a
cabo para escribir ‘Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje’, en especial
desde esa óptica de los medios de comunicación y los escritores con una
función, si no divulgadora, al menos sí social con su trabajo, con su esfuerzo.
El proceso de documentación fue largo
pero nada difícil. Hay toneladas de información sobre Iqbal Masih en la Red,
solo hay que saber buscarla. En ese sentido el informe de lo sucedido por el
Movimiento Cultural Cristiano, los reportes de periódicos de Pakistán de la
época, el sindicato BLLF, la web endslavery.com…
Mi objetivo era ser lo más fiel posible a lo ocurrido y al mismo tiempo
construir una historia amena para los lectores. Por eso escogí el género de
biografía novelada, que me ofrecía esa libertad.
Miguel
Griot
nació en Salamanca (España) tras licenciarse en Derecho en Salamanca se mudó a
Madrid colaboró en la web, elmundo.es, como redactor. Los últimos años de
actividad profesional se ha centrado en la formación dentro del sector de las
telecomunicaciones, además de a escribir. Su primera publicación fue el relato “El Rey de Abría no se llamaba
Guelfi”. En 2005 Timun Mas publicó sus “Cuentos de Cura Sanita”, obra
recomendada en Sant Jordi por la Asociación de Libreros de Girona. “Iqbal
Masih, lágrimas, sorpresas y coraje” vio la luz en 2008. En 2012 su novela
inédita “Yus no quiso ser romusha”, quedó entre las doce finalistas del premio
EDEBÉ. Actualmente escribe una serie para ebooks ‘No Pasarán Z’, una
perspectiva muy personal del genero zombi.
Completísima entrevista! Me ha gustado mucho conocer mejor a este autor. Y desde luego un libro muy recomendable, tanto para los más jóvenes como para los lectores más mayorcitos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Solo puedo darte las gracias desde el más sincero deseo de reconocer, como digo, que es a través de ti y de tu blog que tuve la oportunidad de llegar a este libro y a este autor. Gracias por esta fidelidad además viniendo a mi humilde blog. Un estupendo 2017. Nos leemos.
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