Murciano para más señas, que me concedió una simpatiquísima entrevista en su periplo promocional de su última novela. La palabra ruido ambiental ha cobrado un nuevo significado para mí en la transcripción de la entrevista, esto a modo de confesión, claro. Os dejo la entrevista a Jerónimo Tristante a la espera de vuestros comentarios, no descarto que tras leerla, él mismo quiera mandarme a Victor Ros a hacerme 'unas preguntas'.
--Ginés J. Vera: ¿El público esperaba una
nueva entrega del detective Víctor Ros tras la última aventura en 2010?
--Jerónimo
Tristante: Si, si que lo esperaba. Yo normalmente alterno una de otra temática
con una Víctor Ros. Publique El valle de las sombreas y me encontré con un
hecho histórico que ocurrió en noviembre de 1936 en Madrid sobre la guerra
civil; hay que gente que dice que es un tema agotado pero para nada, cualquiera
que persona que vivió esa época y te puede contar historias de película. El
caso es que me encontré con este hecho histórico que no es muy conocido y que
tenía relación con otro muy interesante y pensé en una trama y en una precuela
de El valle de las sombras, un personaje que investiga casos en el Madrid a
punto de entrar los nacionales.
La presión de
los lectores para que hubiera una nueva historia de Víctor ros la viví en la Feria
del Libro de Madrid, me decían: ¿qué pasa con Víctor Ros, cuándo sale? Mi
propio editor me lo decía: ‘la gente quiere un nuevo Víctor Ros’. Terminas una
novela de Víctor Ros y ya quieren más. A mí me encanta, siempre se cuenta la
historia de Sherlock Holmes y Conan Doyle que le mato; pero es que corren unos
tiempos en los que la gente quiera más de Víctor Ros, que quieran vivir más
aventuras, y te pida más, me parece estupendo. La última noche de Víctor Ros la
escribí el verano pasado, alteré el orden de la publicación. A veces se dice
que son las editoriales quienes imponen las publicaciones pero no, son los
lectores lo que te dirigen, y yo encantado con la reacción de la gente. La anterior
novela de Víctor Ros era más gore, he intentado retomar ese aire de homenaje al
folletín que tanto gusta a los lectores de Víctor Ros. De hecho, fíjate si hay
demanda que vamos a hacer una serie de televisión de Víctor Ros.
--G.J.V.: ¿A veces la solución a un conflicto
es analizarlo desde una perspectiva nueva como hace Clara?
--J.T.: Sí, porque
a veces, cuando estás dentro del problema, sucede que hay que evitar que los árboles
no te dejen ver el bosque. A veces estas dentro de un problema dándole vueltas
y una visión externa ayuda mucho. En este caso creo que si, a veces una persona
ve las cosas desde fuera y dice: ‘esto es muy fácil’.
--G.J.V.: El estilo de sus novelas es muy
peculiar, según una opinión que he leído sería una mezcla entre Sherlock Holmes
y el universo galdosiano.
--J.T.: Bueno,
a mi me lo dijeron en Madrid, cuando publique El misterio de la casa Aranda, en
una presentación; me pareció superfuerte. Yo soy galdosiano estricto, lógicamente
si estás retratando el Madrid de esa época a lector le tiene que recordar al
Galdós. En muchos momentos se tiene que parecer a La regenta; si estés
retratando ese mismo universo que te digan que es algo galdosiano es normal.
--G.J.V.: De entre las curiosidades una
pregunta castiza, ¿existieron en realidad ‘las famosas judías estofadas de la
Taberna del tío Colás’?
--J.T.:¿En esta
novela? No; una novela histórica tiene que hacer que el lector se sienta
contigo en otra época. Es muy importante dejar la documentación en el puntito
adecuado, esto implica que el noventa y cinco por cien de las tabernas y
lugares que reflejo son reales y el resto no, en El enigma de Calabria nombro
un restaurante de la plaza de España, pues el menú lo copie literalmente. Si te
soy sincero este (las famosas judías estofadas de la Taberna del tío Colás) creo que me lo inventé.
--G.J.V.: Las aventuras y misterios del
detective Víctor Ros han traspasado nuestras fronteras, ¿cómo ven los lectores
de Polonia, por ejemplo, a Víctor Ros?
--J.T.: Yo creo
que bien, como siempre nos llama la atención lo exótico.., ten en cuenta que a
los escritores españoles nos va bien en Francia, Italia, o en Alemania. Hemos
conseguido alcanzar cierto prestigio fuera por el tipo de novela que hacemos. Somos
una generación influida por el lenguaje audiovisual, con una patina de calidad
literaria europea y luego con una ambientación histórica rigurosa muy veraz y
muy real. Eso da lugar a un tipo de novela que el lector avezado le gusta y
disfruta, también a los editores les gusta mucho. La documentación hay que
cuidarla Yo o me pateo el sitio, o me busco fotos, o miro en internet. Para
esta novela contacté con una persona que me proporciono muchos datos, incluso
libros que están casi casi en extinción. Y lo de que nos resulta siempre más
exótico lo de fuera, es porque con la primera novela que publique no me sacó ni
La verdad ni La opinión. Es pasar de: ‘Es de Murcia’ a ‘¿Es de Murcia?’… Ahora
en Murcia tengo una calle y todo, pero para llegar a eso hay que trabajarlo
mucho, supongo que en Valencia ocurrirá lo mismo.
--G.J.V.: Escribir novelas de detectives, ¿le
hace a uno más perspicaz? ¿Qué hay de Víctor Ros en Jerónimo Tristante?
--J.T.: Pues yo
creo que sí, sobre todo con un personaje como este; al final terminas un poco
fijándote demasiado en los detalles y eso es bueno. A veces, cuando analizas lo
que hace Sherlock Holmes, Víctor Ros, o ‘El mentalista’ si explicas el porqué
llegan a esas conclusiones, si que te fijas, es verdad que unos pocos detalles
pueden darte conclusiones sobre las personas. Esto a veces me da miedo, porque
veo cosas que no quiero ver, y a veces incluso te crea problemas e
incomprensión. Me ha ocurrido con algunas personas y aunque no se puede
prejuzgar a la gente, las primeras impresiones son muy buenas, en ocasiones lo
tildamos de presentimientos o de prejuicios, y no son prejuicios son
post-juicios. A veces te das cuenta de cosas inconscientemente… es un tema muy interesante.
Muchas gracias, Jerónimo y mucha suerte.
Por Ginés J. Vera.
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