LOS CRÍMENES DE SANTA ÚRSULA, de Greta Spaulding.

Greta Spaulding, una texana sexagenaria y bebedora, es el alter ego bajo el que se oculta la canaria Macu Marrero, patrona de cabotaje que inició su singladura por los mares de la literatura de terror en 2010, con la publicación del primer volumen de su saga ‘Mihai, Mi historia junto a un strigoi’, por la editorial Atlantis, a la que un año después siguió su segunda parte, ‘Señales’; libros igualmente a destacar, que se centran en un vampirismo bien lejos de la blandura crepusculina.

   En ‘Los crímenes de Santa Úrsula’, publicada en mayo de 2012 por la editorial Seleer con tan buena acogida que ya va por su segunda edición, personajes sobria pero contundentemente trazados se mueven por una perfecta ambientación de regusto tarantiniano, aroma a pulp oscuro y donde la sangre y los fluidos salpican sin reparos en los momentos escabrosos; vistiendo una trama donde, ágilmente suturados, se alternan el pasado y el presente, para mostrarnos como una terrible acción de juventud pasa factura cuando menos se lo espera, conduciéndonos hacia el vertiginoso final donde todo encaja tan lógicamente como un revólver colt en su funda, si se me permite el símil creo que a tono con el pueblo del suroeste rural estadounidense que aparece en el título y donde la acción se ubica.

   ‘Los crímenes de Santa Úrsula’, corto pero intenso como un trago del licor preferido de la señorita Spaulding. A la espera de la siguiente aventura del sheriff Duncan y su ayudante Conrad, podemos aligerar el impass con la nueva novela de la autora, a punto de salir de los almacenes de Dolmen Editorial, Red Zone, un recital de acción, gore y ahora también zombis, como solo Macu Marrero sabe combinar.

Por Beatriz T. Sanchez.