¿Qué parte de Manel Gimeno está en esta novela?
No mucho, de mí, personalmente no mucho: paisajes de infancia. Nací en el barrio del Carmen, he pasado todos los día por mercado Mosen sorel, el gimnasio Peset, fui al colegio San Juan Bautista, parte de los decorados que se desarrolla la acción eran mi casa, mi calle, mi barrio, son muy propios, eso. De lo de demás tal vez algo relacionado con el oficio de Panellets porque he trabajado para televisión, soy guionista, he hecho de periodista, he hecho documentales…, entonces, ese proceso de búsqueda, de información de personajes y testimonios sí, pero en cuanto a algo más profundo no. Personajes de ficción muy extremos.
A parte de Urtain, Paco Nadal, Bibiana Fernández, o incluso Marge Simpson, estos personajes y personas, ¿dan credibilidad o son para empatizar con el lector o cuál es su sentido?
Sí, me sale de manera natural no es algo premeditado. Genero la historia, invento los personajes, son personajes de ficción pero los incluyo los conecto en un mundo real y realista además, un mundo que existe; en ese sentido, las referencias son a veces referencias visuales que creo que sí ayudan al lector entender el personaje, a que vean al personaje. Si digo que hay un personaje que se parece a Ofelia, la secretaria del Super, o que el moño es como el de Marge Simpson, rápidamente lo ven. Eso sí es premeditado, pero también son mis propias referencias, las que las comparto con el lector; parece que si yo las entiendo también el lector.
¿Qué supone quedar finalista del premio Encina de Plata para autor y para el libro?
Supone la decisión de publicarlo. Yo presento el libro a este concurso, que es de cierto prestigio, quedo finalista, voy para allá; entonces, no gano el premio, pero los miembros del jurado, el comité lector me animaron extraordinariamente. A todo el mundo le había gustado mucho. Yo percibí que lo que había escrito funcionaba. Uno lo escribe en casa y no sabe la reacción del lector, la opinión del lector, esto me sirvió para saber porque había un jurado importante de mucho prestigio. Sí percibí esa sensación de que podía valer la pena publicarlo, di el libro a Susana Alfonso como agente literario y, para mi sorpresa, ella decide editarlo.
¿Qué es lo que más costó a la hora de gestar esta novela, el combate más duro?
Seguramente por estar de manera creíble unos personajes tan increíbles; generar en un ámbito realista que es el que yo quise, generar unas situaciones y personajes que rozan a veces la fantasía ¿no?, el humor desenfrenado, el extremo, el hacer creíble eso y hacer creíbles sus historias personales que son a veces realmente dramáticas, y al mismo tiempo que resultara fácil de leer y muy cómico. Seguramente lo del humor es lo que menos me ha costado, no diré que soy chistoso, pero me gusta mucho mucho el humor, y tengo muchas referencias relacionadas con el humor: Les Luthirers, Woody Allen…, me he impregnado mucho de esa forma de hacer humor, eso es lo que me resultó más fácil
¿Cuál sería la banda sonora de esta novela?
Qué buena pregunta, la novela está basada en un cortometraje que contaba un momento de esta historia, esto (la novela) está más desarrollada, hay un cambio argumental. La música la escribió, compuso y grabó Nacho Mañó de Presuntos Implicados; es como un jazz muy suave. Posiblemente le seguiría yendo bien, una especie de latin jazz. No lo había pensado nunca, me has hecho una pregunta muy comprometida; en algún momento tenía que sonar Rocky, eso está claro.
¿Es mejor ganar a los lectores por ko o por puntos?
Por puntos si entendemos por puntos que vas cada página pegando, les vas dando, dando y dando y no al final. No estos (libros) aburridos que la final pones una sorpresa. Yo creo que el tema es en cada línea enganchar ya un poquito y mantener; como dicen en las películas de acción: empezar por lo más alto y de ahí hacia arriba. Entonces eso, por puntos, en cada página ir dando ir dando; emoción, humor y drama...
Y el ko ¿dónde viene?
No, en este caso el ko seria decir: “quiero más”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario